Legionella es un género de bacterias que puede causar una enfermedad llamada legionelosis, la cual puede presentarse en dos formas: la fiebre de Pontiac y la enfermedad del legionario. La bacteria legionella se encuentra comúnmente en ambientes acuáticos, sistemas de agua artificial, incluyendo torres de enfriamiento, sistemas de aire acondicionado y spas.

¿Cómo tratamos la legionella?

El sistema más eficaz contra la legionella es la cloración. Es uno de los tratamientos más utilizados para controlar la bacteria legionella en sistemas de agua. El cloro es un agente oxidante que puede matar a la bacteria y reducir su concentración en el agua. Sin embargo, su eficacia depende de varios factores, como la concentración de cloro utilizada, el pH del agua, la temperatura y el tiempo de exposición.

Es importante realizar un seguimiento regular de los niveles de cloro en el sistema de agua para asegurarse de que se mantienen dentro de los límites adecuados y que la bacteria legionella se mantiene bajo control. Además, se deben tomar medidas adicionales para evitar la contaminación del agua y reducir el riesgo de crecimiento de la bacteria, como mantener la temperatura del agua caliente por encima de los 60 grados Celsius, limpiar y desinfectar regularmente los sistemas de agua y evitar la acumulación de sedimentos y biofilms en las tuberías.